27 de octubre
de 2021
¿Por qué el que ama la libertad
se la quita al prójimo, sin piedad,
por qué quien se cree señor del cielo
encuentra en los rifles su consuelo?
Tal parece que en estos predios
se vive o se mata, no hay intermedios.
Mirando a los guardias desde afuera
pensaba un niño en la frontera.
Esta tierra, he oído que es de sueños,
que defienden a todos los pequeños.
No entiendo, si dicen que un feto es vida
pero a mí me arrinconan sin salida
en una jaula, como de animales.
Volviendo angelitos mortales.
Temblando de horror en la hielera
pensaba un niño en la frontera.
Y mis padres, ¿dónde estarán?
¿Se acordarán de mí? ¿Me extrañarán?
Espero que vengan a mi auxilio.
Pero otros niños de este exilio
dicen que los suyos no vinieron.
Muy poca fe que tuvieron.
Deseando que su nana lo entretuviera
pensaba un niño en la frontera.
Al parecer, no les gusta mi lenguaje;
aún recuerdo a muchos, los vi de viaje
visitando las ruinas de un gran pasado.
Hablan como tontos, beben como ganado
Y yo, que desciendo de realeza terrenal
se burlan de mi color de manera infernal.
Hablando sin saber qué le espera
pensaba un niño en la frontera.
El color de la piel es el de tu vida,
el acento te puede causar heridas.
Los partidos te someten a sus antojos.
El que no come dinero, come abrojos.
Salí de espaldas en las noticias
cuando mostraron sus primicias.
Viendo el televisor en una esfera
pensaba un niño en la frontera.
¿Por qué el que ama la libertad
se la quita al prójimo, sin piedad,
por qué quien se cree señor del cielo
encuentra en los rifles su consuelo?
Tal parece que en estos predios
Se vive o se mata, no hay intermedios.
Mirando a los guardias desde afuera
pensaba un niño en la frontera.