17 de enero
de 2019
Antes de ciudadana
del falso emperador,
soy cacica preñada,
negra azucarada,
andaluza criollizada.
Soy defensora del norte
y contrabandista del sur;
capitana encañonada,
jíbara empeñada,
extranjera resignada.
Mis manos no escribían
pero levantaron piedras
para la fortificación,
para la revolución,
y la emancipación.
Antes de pañuelo pecoso,
me vestí de Lares.
Parí bandera con un Grito,
junté telas del infinito,
canté un himno exquisito.
Y Borikén me amamantó
desde la falda de antaño.
Con tabaco me arropó.
Del café me enamoró,
y con caña me talló.
Antes de ciudadana
del falso conquistador,
soy bruja de huracanes,
de mudos ademanes,
secretos talismanes.
De África el guineo,
de España la danza,
de Borikén el coquí.
Del mundo llegaron aquí
y se han juntado en mí.
Y ser ciudadana
de un suelo robado
no me priva de mi lenguaje,
historia y mestizaje.
Es parte de mi bagaje.